Diligencia, ¡No se valen cosas a medias!

Como servidores públicos nos caracterizamos por ser personas con vocación, personas que trabajamos duro todos los días para servir y ayudar a los demás. Por ello es importante poner en práctica cada uno de los valores del Código de integridad, para seguir con paso firme en el camino hacia la EXCELENCIA. Ser diligente, es uno de éstos y orienta, en gran medida tus acciones, por esto como servidores públicos de la Gobernación los invitamos a interiorizar este valor, a sentirlo y vivirlo día tras día.

¿Alguna vez te has preguntado exactamente qué significa la diligencia? La forma más sencilla de ponerla en práctica en el mundo de los servidores públicos es cumpliendo con nuestros deberes, funciones y responsabilidades asignadas de la mejor manera posible, esto implica buena atención, prontitud, destreza y eficiencia, para así optimizar el uso de los recursos del Estado.

Ser proactivos, no malgastar ningún recurso público, cumplir con las actividades asignadas y dar solución a las problemáticas ciudadanas o que hagan parte del funcionamiento de tu cargo, es asegurar la calidad de tu rol como servidor público, lo que claramente se traduce en servir con diligencia.

¿Cómo saber si soy diligente?

La respuesta más sencilla a esta pregunta es un nuevo cuestionamiento interior, ¿veo cumplidos mis deseos y propósitos? Si la respuesta es afirmativa, queremos decirte que lo has logrado, sí, tu eres un servidor diligente. Ahora vayamos a la práctica, supongamos que el jefe les pregunta a dos de sus colaboradores para que averigüen presupuestos para adquirir un nuevo mobiliario de oficina.

Al cabo de unas cuantas horas uno de los empleados le entrega al jefe un listado impreso con ocho potenciales proveedores, detallando datos de contacto y los precios de sus principales productos. El otro, simplemente se limita a acercarse a su jefe, al día siguiente, y comentarle que en frente de la oficina hay una empresa que vende muebles baratos. Podríamos decir entonces que si una persona es diligente o no, lo demostrará cuando desarrolle alguna tarea que se le ha sido encomendado. Ahora pregúntate de nuevo a ti mismo: ¿Soy proactivo y cumplo con mis responsabilidades al 100%? Conserva la respuesta y procura trabajar con pasión, recuerda que el mayor enemigo de la diligencia es la dilatación.

Aquí te dejamos algunos consejos para practicar el valor de la diligencia

 Cumple con los tiempos estipulados para el logro de cada obligación laboral, elimina las distracciones.

  • Usa una agenda, te ayudará a mantenerte al día en tus funciones y ser diligente.
  • Haz uso responsable de los recursos públicos para cumplir con tus obligaciones.
  • Asegúrate de imprimirle calidad a cada uno de los productos que entregas bajo los estándares del servicio público.
  • Siempre sé proactivo comunicando a tiempo propuestas para mejorar continuamente en tu labor y la de tus compañeros de trabajo.
  • Haz uso de tu inteligencia en pro de tus funciones y maneja asertivamente tus emociones.

  Recuerda:  ¡No se valen cosas a medias!

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