Los seres humanos crecemos y nos desarrollamos en entornos que marcan nuestra vida de forma positiva o negativa, definiendo nuestras habilidades y formas de enfrentar el mundo, de disfrutar la vida y de resolver problemas.
Cada elemento que hace parte de nuestra vida, como el lugar de vivienda, lugar de origen, familia, amigos, trabajo, recreación, afectan la forma en la que nos relacionamos con el mundo y como nos proyectamos y crecemos en él.
Si queremos cuidar la Salud Mental, debemos tener claro a que nos referimos: Según la OMS, se trata de un “estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Al hablar de Salud Mental, es inevitable mencionar el “estrés”, el cual es un proceso individual, cada persona lo vive y procesa de manera particular. Es un proceso de adaptación como respuesta a una situación que puede ser amenazante o peligrosa, depende como se maneje la situación, la experiencia de “estrés” puede ser estimulante y generar habilidades para enfrentar situaciones nuevas, o puede causar tensión emocional.
La persona al no poner en práctica, diferentes estrategias de afrontamiento ante eventos estresantes, pueden llegar a tener afectaciones en su salud mental; de acuerdo a esto, la OMS dice que 1 de cada 5 personas experimenta algún trastorno mental en el trabajo, hechos que se pueden incrementar como efecto de la pandemia, cabe aclarar que dichos trastornos deben ser diagnosticados por un profesional médico.
La falta de información y los prejuicios acerca de las enfermedades mentales, han llevado a crear ideas erradas sobre lo que es tener una enfermedad mental y lo que las personas que las padecen viven. Por esta razón, muchas personas que pueden estar expuestas a sufrir un problema mental o que están padeciendo síntomas sin estar aún enfermas, prefieren ocultarlo y no buscan ayuda, corriendo así el riesgo de empeorar su situación.
Estas situaciones son más frecuentes de lo que se cree y por ello es fundamental informarnos y tomar acciones al respecto; pues trastorno mental no solo afecta a la persona, sino a la familia, amigos, compañeros de trabajo, incluso afecta a la empresa en la trabaja, debido a que hay problemas de ausentismo, baja productividad, incapacidades, rotación y conflictos relacionados con la enfermedad mental.
Para abordar las problemáticas asociadas a la Salud Mental, es importante reconocer que “todos tenemos días buenos y días malos”, y las dificultades de la vida dentro y fuera del trabajo pueden generar diferentes pensamientos, comportamientos y sentimientos que es posible identificar, afrontar y modificar, ya sea solos, aplicando hábitos saludables, estrategias de afrontamiento, o usando herramientas más especializadas con la orientación de un profesional.
El vivir trae consigo experiencias que pueden causar dolor, amenazar nuestra estabilidad y generar preocupación por nuestro futuro o nostalgia por el pasado. En ese tipo de momentos difíciles es normal sentir temor, preocupación, enojo, culpa, ansiedad o dolor.
Recuerda que todos podemos estar atentos a nuestro estado de ánimo y bienestar mental y físico, pequeñas acciones como salir con amigos, aprender algo nuevo o hacer una actividad diaria que disfrutemos plenamente, nos ayudará a sentirnos mejor.
Reconocer y atender oportunamente los síntomas de afectación en la salud mental contribuye a prevenir problemas mentales, igualmente en caso de identificar la presencia regular de ciertos síntomas es importante acudir donde un profesional.
El próximo 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, y queremos recordarles a todos nuestros funcionarios que no están solos, pues, desde la oficina de seguridad y salud en el trabajo, cuentan con un equipo psicosocial que puede brindar orientación psicológica a través de la estrategia Siempre en Equilibrio.
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