Septiembre mes del respeto: Mi dignidad no tiene precio
Reconocer, valorar y tratar de manera digna a todas las personas, con sus virtudes y defectos, sin importar su labor, su procedencia, títulos o cualquier otra condición es parte fundamental en el camino hacia la excelencia como servidores públicos.
Una carta de navegación cuyo norte es el RESPETO, la amabilidad, igualdad y equidad hacia todas las personas en cualquier situación, a través del uso adecuado de tus palabras, gestos y actitudes, sin importar su condición social, económica, religiosa, étnica o de cualquier otro orden.
Ser amable todos los días, desde el cargo que desempeño se convierte en pieza clave dar y recibir un trato digno y representar los valores institucionales, favoreciendo la imagen y recreando un ambiente sano desde cada puesto de trabajo.
No te cuesta nada, respetar al otro, nada te cuesta sonreír. Demuestra tu pasión por tu trabajo, pero eso sí, nunca permitas abusos, ni actos de discriminación.
Recuerda que la dignidad no tiene precio.
ahora bien, te invitamos a realizar una autoevaluación y observar si con tus acciones estás siendo o no respetuoso, aquí te dejamos una idea de cómo saberlo:
Para saber si realmente estas siendo respetuoso como persona y servidor público debes empezar por analizar tu conducta. El primer paso es mostrar respeto básico hacia los demás, a través de acciones sencillas que valen oro, como lo es mostrar amabilidad y cortesía.
En el ámbito laboral el trato con respeto crea un ambiente de seguridad y cordialidad; permite aceptar las limitaciones ajenas y reconocer sus virtudes; además de evitar las ofensas y las ironías. Nunca permitas que la violencia o el abuso se conviertan en el medio para imponer criterios.
En tu área de trabajo, con tus compañeros o clientes externos, presta mucha atención a cómo luces cuando estás entablando una conversación, recibiendo una solicitud o queja. Analiza si eres un buen oyente o si, por el contrario, y sin notarlo, luces aburrido o interrumpes a la persona que te está hablando. Si es así, detente, tu estás evidenciando desinterés y poco o nada te importa lo que el otro tiene que decirte. Practica la escucha, en especial, el escuchar con más atención y espera hasta que la persona termine de hablar para proceder a responder.
Otro buen ejercicio es poner en práctica el contacto visual, es una buena forma de mostrar respeto a quien se dirige hacia ti. Una señal de lenguaje corporal que puede ayudarte es tratar de no inquietarte mientras te hablan, procesa lo que la persona te está diciendo en lugar de asentir con la cabeza de forma distraída, y cuando sea tu turno de hablar trata de formular una respuesta respetuosa, como dicen por ahí: “Piensa antes de hablar”.
Antes de finalizar, te dejamos algunos consejos para practicar el RESPETO
Amigo servidor público, ten en cuenta que para poner en práctica el respeto, debes activar el sentido de la empatía y un sentido profundo de comprensión compartida, te invitamos a seguir algunos de estos consejos:
- Muestra amabilidad y cortesía, nunca discrimines
- Trata de no involucrarte en chismes
- Respeta los espacios compartidos
- Comunícate respetuosamente y piensa antes de hablar
- Respeta la Tierra y a todos los que vivimos en ella.
- Respeta las leyes y la autoridad