La palabra diligencia traduce cuidado, eficiencia y eficacia en las cosas que como servidor público y como individuo hago. En el sentido más alto, la diligencia es el esmero y el cuidado que le imprimo a mis acciones al momento de ejecutarlas; a esto le sumo una pizca de prontitud y una alta dosis de agilidad.
Aprenda a valorar su tiempo y a usarlo de manera productiva para poder evitar el estrés que conlleva el hacinamiento y los resultados bajos. Pasos para lograr ser diligente, una actitud que se desarrolla de a poco y con el tiempo debemos perfeccionarla siendo activos, evitando caer en la pereza, proponiéndonos metas fijas y cumpliéndolas a tiempo. Al llegar a su trabajo tómese unos segundos, respire profundo, visualice su día e inspírese usted mismo, manténgase motivado y enfocado. Centrarse en sus prioridades para el día o la semana significa evitar cualquier distracción que pueda retrasar sus tareas.
Te dejamos estos cinco consejos https://youtu.be/CpIYtZLZmVA para que pongas en práctica todos los días en tus labores:
- Cumpla con los tiempos estipulados para el logro de cada obligación laboral, elimine las distracciones.
- Use una agenda, le ayudará a mantenerse al día en sus funciones y ser diligente.
- Hago uso responsable de los recursos públicos para cumplir con sus obligaciones.
- Asegúrese de imprimirle calidad a cada uno de los productos que entrega bajo los estándares del servicio público.
- Siempre sea proactivo comunicando a tiempo propuestas para mejorar continuamente en su labor y la de sus compañeros de trabajo.